Hola a todos, hemos estado pelín ausentes los últimos meses… qué os voy a contar, ya conocéis la vida del autónomo: “en no comiendo”, vamos sacando tiempo para hacerlo todo.
Pero hay un tema que quería comentar, porque suele salir en conversación con clientes, y creo que hay un par de planteamientos erróneos. Se trata de cómo empezar a comprar antigüedades, y de cómo incluirlas en tu casa, cuando no vives en un palacete del siglo XIX.
A veces veo que hay como un “miedo” a entrar en este mundillo, como un “esto no es para mí”. Muy caro, muy clásico, muy desconectado con mi tipo de decoración… llamémosle, resquemor.
¿No es cierto que alguna vez te lo has planteado así?
En serio, tener antigüedades no es lo que crees, no hay que ser tan entendido, no hay que tener tanto dinero, esto no es Mordor.
Quizá tenemos muchas barreras mentales con respecto a lo antiguo, lo viejo, lo vintage. Pensamos que son piezas caras por defecto, y difíciles de combinar.
Peeeeeeeero no, nada más errado.
No todos los anticuarios son inaccesibles, no todas las subastas de arte son como las de las pelis, y… existen los mercadillos, maravilloso terreno del regateo y muestrario de objetos y muebles que pueden ser tuyos por mucho menos de lo que piensas.
En esto, como en todo, hay que buscar un poco.
He decidido dividir este tema en dos post, porque tiene mucho jugo. Hoy voy a comentar, y dar las pautas, de cómo introducir lo vintage o antiguo en la decoración de tu casa. Para el próximo post dejo el asunto de cómo comprar en mercadillos, ya que es un tema que quiero desarrollar bien.
Pero primero, y sólo para que sepamos de qué hablamos, diferenciemos entre antiguo y vintage (un poco de culturilla no viene mal). Lo vintage es aquello que no puede catalogarse aún como antigüedad, lo fechamos entre principios del siglo XX y años ochenta. Lo antiguo es anterior a lo vintage. Así de simple.
Bien, vamos al lío.
Por un lado, es un hecho que está de moda lo vintage. Da igual la fuente de inspiración que utilices si te gusta la decoración: siempre, siempre, encontrarás elementos antiguos o de otra época. No son bienes escasos, difíciles de encontrar, o carísimos; hay un gran mercado ahí fuera esperándote.
Por otro lado, no hace falta tener una casa clásica para tener objetos o muebles con historia en ella: estas piezas, bien combinadas, se pueden introducir en cualquier tipo de ambiente (estilo loft, industrial, casual, hygge o escandinavo, boho chic, etc. ).
Los toques antiguos, bien elegidos, pueden ser un elemento diferenciador que convierta tu casa (o el espacio que quieras decorar) moderna en un lugar único con un interesante punto de eclecticismo.
De hecho, introducir elementos antiguos, o vintage, en una decoración actual resulta siempre bien a la hora de crear un ambiente cálido y con carácter.
Pero ¿cómo hacer estas combinaciones?
No vale de cualquier manera, sigue leyendo…
Claves para introducir antigüedades en tu decoración
A continuación te hago un resumen de los principales puntos a tener en cuenta. Si sigues estas pautas para combinar antigüedades con objetos modernos, es difícil que te equivoques:
- Siempre es mejor quedarse corto que pasarse: empieza introduciendo piezas muy poco a poco, para ir haciéndote el ojo e ir viendo cómo evoluciona la sala según vas metiendo piezas antiguas.
- No metas muchos estilos decorativos juntos, lo suyo es jugar con un par de estilos: uno predominante, que marque el look del conjunto, y el otro es el que singulariza la decoración dando los detalles diferenciadores.
- Si metes antigüedades, que sean de verdad, nada peor que una imitación mal hecha. Si no te puedes pagar la cómoda Luis XVI de 1768, con marquetería en mármol y aplicaciones de bronce, no te compres una imitación: puedes introducir objetos antiguos de verdad asequibles a todos los públicos, como máquinas de escribir, teléfonos antiguos, o muebles “viejos” susceptibles de ser reinterpretados.
- Tapiza sillas, sillones antiguos que tangas por casa (o compres en mercadillos) pero que no utilizas porque “no pegan”. Eligiendo bien la tela puedes adaptarlos a cualquiera que sea el estilo de decoración que tengas.
- Plantéate transformar ese mueble viejo y en desuso que tienes por casa (tenemos un artículo sobre esto en nuestro blog: https://restauramosarte.com/muebles-restauracion-transformacion/). Con un poco de orientación puedes jugar y sacarle mucho jugo a piezas que te estás planteando tirar directamente, y al elegir tú su look final lo puedes adoptar a la decoración que ya tienes.
- Ídem con el dorado de piezas: un espejo o un cuadro con un marco antiguo puede dar un toque único. (si quieres acceder a nuestra web para conocer nuestro trabajo como doradores, aquí tienes el link: https://restauramosarte.com/restauracion-de-escultura/procesos/).Un consejo: cuidadín con abusar de este recurso.
- Y como comentaba antes, puedes ir poco a poco introduciendo objetos que contrasten con el resto de tu decoración y den ese contrapunto de estilo: lámparas, alfombras, candelabros, esculturas (foto de nuestra cabeza), cerámica… Percheros, baúles (muy útiles a los pies de la cama), un globo terráqueo, los 1.001 utensilios que puedes encontrar para la cocina…
En fin, hasta aquí por hoy. Lo que he pretendido es desvincular lo antiguo, o vintage, del concepto de algo carísimo y dificilísimo de ubicar. ¡Espero haberlo conseguido!
Me encantaría que me comentaras si es así, o si discrepas de mi opinión.
Seguro seguro seguro, que si navegas por nuestra web encontrarás ideas de cómo introducir cosas con historia en tu casa. Además, conocerás nuestro trabajo, igual podemos ayudarte o asesorarte en algo.