Hacía mucho que no me divertía tanto restaurando

Sorpresas al restaurar cuadros

La restauración de pintura a veces te da sorpresas.

Hola a todos. No se me ocurre mejor título para este artículo porque, cuando menos te lo esperas, te llega un trabajo de esos que hace que te apetezca levantarte de la cama por las mañanas.

Este fue uno de esos trabajos. Qué gozada cuando una limpieza que se las prometía complicada, se convirtió en complicada pero muuuy divertida. Ya descubriréis porqué.

El caso es que entró este cuadro en nuestro taller, una Inmaculada Concepción de escuela andaluza del siglo XVII.

Cuadro Inmaculada limpieza/1

El lienzo se hallaba en muy mal estado de conservación, tenía varios rotos provocados por golpes accidentales, y había sido sometido anteriormente a un tratamiento de restauración en el que se había realizado un reentelado del cuadro. Las dos telas (lienzo original y tela de forración) estaban apergaminadas, deshidratadas, deformadas y rígidas.

Cuadro Inmaculada/deformaciones

La pintura (óleo) no mostraba problemas de adherencia al lienzo. Encontramos varias faltas en las zonas donde el lienzo había sufrido roturas, y muchos repintes.

Proceso de restauración

Empezamos tratando el soporte. Tras estudiar la situación, decidimos no retirar la tela de forración antigua, ya que estaba muy adherida en un 60% de la superficie e intentar despegarla podía causar daños irreversibles en la obra.

Desclavamos el cuadro, protegimos la capa pictórica y limpiamos en seco el reverso.

Cuadro Inmaculada/suciedad reverso

Poco a poco, en un proceso que duró varios días, fuimos rehidratando los lienzos, devolviendo la adherencia al adhesivo que utilizaron para forrar el cuadro, y pegando ambas telas.

En el proceso también eliminamos deformaciones y bolsas de aire.

Cuando la tela estuvo en buen estado, clavamos de nuevo el cuadro en un bastidor. Compramos uno nuevo que sostuviese el cuadro de manera adecuada (ya que el que tenía no proporcionaba tensión constante al lienzo y se hallaba en mal estado).

Después de clavar el lienzo vino lo curioso de esta restauración:

La limpieza fue muy complicada desde el principio.

Cuadro Inmaculada limpieza/2

La capa de barniz estaba muy oxidada y sucia, y además el cuadro estaba lleno de repintes (más de los que pudimos detectar en un examen inicial).

Cuadro Inmaculada limpieza/3

Para que entendáis lo que nos encontramos, os explico brevemente qué es esto de los repintes:

Repinte llamamos en restauración de pintura cuando una mano distinta de la del artista cubre la pintura original de un cuadro.
Los repintes pueden ser retoques que, superando los “limites” de las lagunas o pérdidas de pintura, se superponen a la pintura original.
A veces también se hacían por cambios de gustos o decoro (ejemplo de esto último son los paños de pureza que se pintaban sobre un niño o ángel que originalmente fue pintado desnudo). En siglos pasados era muy normal repintar cuadros en la fase de retoque.
Los criterios de hoy en día impiden esto, dando prioridad siempre a la conservación de la obra original.
Tengo un artículo hablando con más detalle de este tema, si os interesa, aquí os dejo el link.

Cuando un restaurador retira un repinte, suele encontrar faltas graves de pintura, zonas donde la pintura está muy barrida, o cosas así. Generalmente, nos encontramos con un estado de la pintura original bastante desolador, que obliga a retocar de alguna manera que le devuelva la unidad visual a la obra.
Siguiendo los criterios de hoy en día, no se puede poner nada que no supiéramos que estaba ahí.
Esto se hace algo complicado porque suele pasar que los propietarios de la obra prefieren el cuadro con el repinte, ya que, por un lado se habían acostumbrado a él, y por otro, no suele gustar ver cuadros con “lagunas”, o zonas donde la pintura no está muy definida.

El caso es que en un porcentaje muy pequeño de casos, sucede lo que en este cuadro. El repinte (extenso, y muy difícil de quitar, por cierto), estaba cubriendo dos personajes que estaban en bastante buen estado de conservación. Probablemente fueron los mecenas del cuadro.

Desconocemos la causa por la que decidieron taparlos, probablemente fueran estéticas; pero si nos ponemos imaginativos podemos inventar mil historias de porqué los ocultaron.

Fue divertidísimo retirar estos repintes. Muy duro porque la pintura del repinte parecía hecha de cemento. Tuvimos que utilizar una mezcla de disolventes calculada para esta ocasión, modificando las proporciones hasta que dimos con la formulación adecuada; y aún así, nos tuvimos que ayudar también de medios mecánicos para ir retirando el repinte sin dañar la pintura original.

Poco a por fueron apareciendo los personajes. Primero destapamos al don, y luego a la doña.

Imágenes generales de la obra: la primera es la fotografía inicial, la segunda es de media limpieza, y la tercera es la final.

Por suerte el propietario actual de la obra es un entendido de arte y de restauración de pintura, y estuvo encantado en todo momento por descubrimiento; y no le molestó que le devolviéramos el cuadro con dos personajes más de los que había cuando nos lo trajo al taller.

El caso es que a nosotros nos encantó encontrarlos, y que se hallaran en tan buen estado de conservación.

Como podéis ver si os fijáis en la foto de los estucos, realmente tuvimos que retocar muy poco, porque había pocas faltas de pintura. Todos los repintes que se hicieron fueron por gusto del restaurador, o exigencia del propietario de la obra.

Cuadro Inmaculada/foto general/estucos

Hay algunos repintes que ya se han hecho famosos…

https://restauramosarte.com/restauracion-8-chapuzas-que-te-haran-flipar/

El problema es que a veces el repinte daña la pintura original (o no es posible retirarlo sin dañar la pintura original), con lo que estas barrabasadas que se le hacen a la obra pasan a ser irreversibles.

En fin, hasta aquí por hoy, nos apetecía mostraros el proceso de restauración de esta pintura, porque suponemos que despertará vuestra curiosidad sobre nuestro trabajo.

Si queréis fisgar más intervenciones de este estilo podéis hacerlo aquí:


https://restauramosarte.com/restauracion-de-pintura/

Espero que os haya gustado. No dudéis en dejarnos cualquier comentario, nos encanta leeros.

Nos vemos pronto.

Contacto
Rate this post

Escriba una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Información básica sobre protección de datos:
Responsable > Patricia Pérez Vallazza.
Finalidad > Atender solicitudes de información y responder a comentarios en el blog
Legitimación > Tu consentimiento expreso.
Destinatarios > Tus datos serán guardardados en Digital Valladolid, S.L., mi proveedor de email y alojamiento web.
Derechos > Tienes derecho de acceder, limitar, rectificar y suprimir tus datos, enviando un correo electrónico a: informacion[arroba]restauramosarte.com